“La fe y los valores de noviolencia nos permiten decir no a la Guerra”
Andrés Aponte
Desde el año 1991 diferentes miembros de la Iglesia Menonita de Colombia, iniciaron un proceso participativo de incidencia política para posicionar el tema de la Objeción de Conciencia al Servicio Militar Obligatorio en Colombia, por razones de fe y de paso proponer alternativas civiles para los jóvenes en torno a la construcción de paz y el desarrollo integral.
Desde ese momento hasta hoy ésta labor ha estado en manos de Justapaz, que gracias a acciones de incidencia política, formación, comunicación y acompañamiento jurídico ha logrado que el tema siga siendo relevante en las agendas públicas y en las opciones de vida de los jóvenes de fe que deciden obedecer a sus principios y valores desde la noviolencia y el amor al prójimo.
Gracias a esta determinación y la férrea decisión de diferentes jóvenes que a través de sus procesos jurídicos, desarrollados por la jurisprudencia de la Corte Constitucional, quien a través de sentencias se pronunció frente a la garantía del derecho a la objeción de conciencia al Servicio Militar Obligatorio y dando origen a la ley de Reclutamiento Militar.
Estos años de labor han traído otro paso importante en el reconocimiento del derecho y especialmente a la postura noviolenta y la contribución de miles de jóvenes que construyen País en coherencia con el evangelio pacificador de Jesucristo.
Es así como el 4 de agosto de 2017, en el Gobierno de Juan Manuel Santos, se expide la Nueva Ley de Reclutamiento Militar y de Reservas 1861 de 2017, en la cual se incluye entre otros aspectos la OBJECIÓN DE CONCIENCIA, como causal de absolución al Servicio Militar Obligatorio por razones de fe, éticas y filosóficas. (Art. 12).
Aunque somos conscientes de este importante logro que permite que miles de jóvenes en Colombia puedan acudir a este reconocimiento a la hora de definir su situación militar, la labor aún no termina pues se espera que en el futuro la obligatoriedad de este mandato constitucional permita que los jóvenes decidan por voluntad si participan o no.
Por ahora, las principales labores son de incidencia y pedagógicas, buscando influencia en los y las jóvenes de las regiones y nuestro gobierno para que a la hora de tomar decisiones sobre sus proyectos de vida desde la Noviolencia Activa y en los entes políticos, la opción no sea tomar un arma para poder acceder a la educación o posibilidades laborales estables y dignas, eliminando el Servicio Militar Obligatorio.